Según Guillermo Franco, autor de “Repensar las facultades del periodismo”, existe una realidad que se irá agudizando con el tiempo: la debacle de los medios tradicionales, y el auge de los digitales.
En pocos años, el mundo ha visto como el explosivo aumento de la Internet está cambiando las tecnologías de la comunicación, en donde el periodismo debe y en muchas ocasiones, especialmente en los países desarrollados, ha sabido como enfrentar los nuevos retos y oportunidades que da Internet. Franco enumera una serie de ejemplos que corroboran que los sitios web se han convertido en prioridad para los cientos de millones de usuarios sedientos de información inmediata, con millones y millones de fuentes diferentes.
Desde episodios históricos, como el derrumbe de las Twin Towers y la ejecución de Saddam Husseim, a millonarias transacciones como la compra de Myespace o YouTube por estratosféricas cifras, dan cuenta que Internet dejó de ser una herramienta que sirve sólo para ver el correo electrónico o chatear con algún amigo de por ahí. Lo cierto, es que Internet abrió un nuevo campo para el periodista, que tal como dice Franco, en Latinoamérica no está lo suficientemente o más bien correctamente explotado, en parte debido a que en las escuelas de periodismo del continente, la idea del desarrollo del periodismo digital continúa “en pañales”.
Por otro lado, la saturación de periodistas en el mercado sobrepasa con creces la demanda de los medios tradicionales, entonces, ¿Qué debe hacer el periodista recién egresado? ¿Seguir repartiendo currículum a los diarios, o aprovechar el infinito aunque complejo campo que ofrece la web?
En pocos años, el mundo ha visto como el explosivo aumento de la Internet está cambiando las tecnologías de la comunicación, en donde el periodismo debe y en muchas ocasiones, especialmente en los países desarrollados, ha sabido como enfrentar los nuevos retos y oportunidades que da Internet. Franco enumera una serie de ejemplos que corroboran que los sitios web se han convertido en prioridad para los cientos de millones de usuarios sedientos de información inmediata, con millones y millones de fuentes diferentes.
Desde episodios históricos, como el derrumbe de las Twin Towers y la ejecución de Saddam Husseim, a millonarias transacciones como la compra de Myespace o YouTube por estratosféricas cifras, dan cuenta que Internet dejó de ser una herramienta que sirve sólo para ver el correo electrónico o chatear con algún amigo de por ahí. Lo cierto, es que Internet abrió un nuevo campo para el periodista, que tal como dice Franco, en Latinoamérica no está lo suficientemente o más bien correctamente explotado, en parte debido a que en las escuelas de periodismo del continente, la idea del desarrollo del periodismo digital continúa “en pañales”.
Por otro lado, la saturación de periodistas en el mercado sobrepasa con creces la demanda de los medios tradicionales, entonces, ¿Qué debe hacer el periodista recién egresado? ¿Seguir repartiendo currículum a los diarios, o aprovechar el infinito aunque complejo campo que ofrece la web?
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